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domingo, 2 de diciembre de 2012

Fotografía presentación en Barcelona


Fotografía de grupo tras la presentación de Todos los besos del mundo de Félix Romeo (Xordica) el 27 de noviembre de 2012 en Barcelona. En ella vemos al editor del libro, Chusé Raúl Usón, a los presentadores del acto, Ignacio Martínez de Pisón, Malcolm Otero Barral y Jordi Soler, y a varios amigos del escritor: las escritoras Llucia Ramis y Paula Cifuentes, su agente literaria Mónica Martín, el escritor Pedro Zarraluki, el editor Miguel Aguilar y la agente María Lynch.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Presentación de "Todos los besos del mundo" en Madrid


El jueves 15 de noviembre, a las 20'30 h., en la librería La buena vida (C/ Vergara, 10. Madrid) se presenta el libro  Todos los besos del mundo, de Félix Romeo (Xordica). Contaremos con la presencia de los editores del libro, Eva Puyó y Chusé Raúl Usón, con el escritor argentino Patricio Pron y con la guionista y directora de cine Ángeles González-Sinde.

viernes, 12 de octubre de 2012

"Todos los besos del mundo" en el Suplemento Especial de las Fiestas de Heraldo de Aragón

Antón Castro escribe en el "Suplemento especial de las fiestas" de Heraldo de Aragón del 7 de octubre sobre la presentación de Todos los besos del mundo de Félix Romeo:


Con amor y alcohol

La ciudad ya revienta de clamores y de tribus. Todo estalla. Todo se mueve más allá del rescate. Por ejemplo, la maravillosa terraza del Museo Pablo Serrano, esa habitación abierta hacia la ciudad y todos sus celajes, tan infrautilizada, escuchó algunas lágrimas por
Félix Romeo y maravillosas canciones: Juanjo Javierre regresó por el túnel del tiempo más inspirado que nunca, Gonzalo Alonso (Gonso) trajo la hondura, el glam y su melena enmarañada de divo modesto, Petisme reestrenó elegía y ‘Azzurro’, y Octavio Gómez
Milián ejerció de rapsoda. En otro lugar, el homenaje a Más Birras desataba un sinfín de recuerdos: el inefable Mauricio, cuya sombra aún pasea en bicicleta por la ciudad hacia La Campana de los
Perdidos. Gonso partió a cerrar la noche con las baladas eternas de Aznar-Sopeña: ha vuelto a la carretera con La Querencia y sigue componiendo melodías. Dice que le cuesta escribir poemas: antes
llevaba los bolsillos llenos de versos, de frases felices, de aforismos. En otro lugar, Fangoria reventaba una nostalgia reciente. Y en Casa Emilio, en recuerdo de uno de los enamorados más constantes de Zaragoza, sonaban canciones del alma. Battiato, Andrés do Barro, Marisol, Springsteen. En noches así, el incitador Félix pedía salud, dinero y amor. Y un poquito de alcohol.

Crónica de la presentación de "Todos los besos del mundo" en Heraldo de Aragón


El 6 de octubre Heraldo de Aragón publicó la siguiente crónica de la presentación de Todos los besos del mundo, de Félix Romeo:

INVITADO ESPECIAL: ALEJANDRO TOQUERO

Todos los besos que Félix Romeo no dio
.

El Museo Pablo Serrano acogió ayer la presentación de un libro con sus mejores cuentos, un año después de su muerte

Que Félix Romeo amplió tremendamente su círculo de amistades  quedó ayer en evidencia en la terraza del Museo Pablo Serrano de Zaragoza, esa que al escritor tanto le gustaba, donde disfrutaba viendo las puestas de sol rodeado de amigos. La de ayer le hubiese encantado por tres razones: porque el ocaso fue realmente espectacular; porque amigos había como para dar y regalar, y porque se presentaba un libro que seguramente a él le hubiese gustado preparar. ‘Todos los besos del mundo’ se titula, una selección de sus mejores cuentos, editado por Xordica, al que han dado forma el editor Chusé Raúl y los escritores Rodolfo Notivol y Eva Puyó. Prácticamente recoge los casi 20 años de su trayectoria como escritor, desde el primer cuento que vio la luz en 1993 hasta el último publicado en agosto de 2011, ‘Verano del 75’, donde Félix regresaba a la infancia.

Pero la cita de ayer no solo fue literaria. Félix Romeo era un melómano empedernido, así que los organizadores pensaron: por qué no reivindicar su lado más festivo y musical. Dicho y hecho. Sobre el escenario se presentaron con sus instrumentos Ángel Petisme, Juanjo Javierre, Gonzalo Alonso y Octavio Gómez Milián, de Experimentos en da notte, y de verdad que emocionaron al personal.

Ángel tocó una canción que él mismo reconocía que Félix se la había soplado al oído hace tres meses, «después de llevar mucho tiempo sin componer».«Una canción de amor y amistad –explicaba–, para hacer un poco más llevadero el duelo y la pérdida». Y, por supuesto, no faltó ‘Azzurro’, de Paolo Conte, uno de sus compositores preferidos, cuya versión más conocida es de Adriano Chelentano. Otros de los temas que sonó en la terraza del Pablo Serrano, ‘Negro’, también tenía su historia detrás. Lo interpretó Experimentos en da notte y el propio Octavio Gómez Milián comentaba antes de presentarlo que «lo compusimos porque Félix siempre nos decía que le hubiese gustado participar con el grupo en directo». La letra habla de una anécdota de cuando el escritor guardaba los autógrafos de Perico Fernández en su cuaderno, «un tema que me había prometido que iba a tocar con nosotros, pero desgraciadamente murió un par de días antes de que apareciese el disco». 

Y qué más decir. Pues sencillamente que la magia del momento fue increíble. Lo vivió con mucha emoción toda su familia: sus padres, hermanos, sobrinos, tíos… Y amigos, tantos amigos de tantas partes: los escritores José Luis Melero, Ismael Grasa oDaniel Gascón; el cardiólogo Ángel Artal; el filólogo y novelista José María Conget; los hermanos José Luis y Ramón Acín; el director del Museo Pedagógico de Aragón, Víctor Juan, o la viuda de José Antonio Labordeta, Juana de Grandes. En fin, tanta gente, y todos teniendo muy presente que mañana hace un año que nos dejó. Para la mayoría, Todos los besos del mundo hará mucho más llevadero ese recuerdo.

Crónica de la presentación de "Todos los besos del mundo" en El Periódico de Aragón

El 6 de octubre de 2012, El Periódico de Aragón publicó esta crónica de la presentación de Todos los besos del mundo:

"Todos los besos del mundo retrata a Félix Romeo de cuerpo entero".

El Pablo Serrano acogió ayer la presentación del libro, una selección de cuentos del fallecido escritor.

DANIEL MONSERRAT 06/10/2012 


Una foto de Félix Romeo presidió ayer la presentación de Todos los besos del mundo. Foto:CHUS MARCHADOR 

A Félix Romeo le gustaban los libros que retratan las vidas de los autores y Todos los besos del mundo "lo retrata a él de cuerpo entero, y casi a tamaño natural". Así definió ayer el escritor Rodolfo Notivol precisamente el nuevo libro del fallecido hace un año Félix Romeo editado por Xordica durante la presentación del mismo. Un acto en el que estuvo acompañado por los editores Chusé Raúl Usón y Eva Puyó.

Todos los besos del mundo es una recopilación de diecisiete cuentos del aragonés escritos desde el año 1993 hasta el 2011, ordenados cronológicamente y que constituyen "una biografía literaria de Félix Romeo en la que se distinguen las cuatro etapas de su literatura, que corresponden a los intervalos entre sus libros ya publicados", explicó Notivol, que ha sido parte fundamental a la hora de la selección de relatos y la edición del libro. Unos cuentos que se han ido rescatando incluso hasta del propio ordenador personal del fallecido, "gracias a la colaboración de Lina Vila".

Ya en su primer relato (Buscando cielo), señaló Notivol, "aparecen temas recurrentes en la obra de Félix como la figura del padre, las referencias literarias y su pasión por los viajes" y es que, "en todos los cuentos de Romeo, todos sus personajes están viajando o tienen un pasado de viajes como en La novia del viento". El libro concluye con tres relatos escritos en el 2011 que "funcionan como un epílogo que nunca debió ser y que auguraba una madurez exquisita del escritor"

"Hemos estado un año haciendo una gran labor de investigación para recuperar todos los cuentos", indicó la editora Eva Puyó, "y una vez con todo este material frágil también nos ha costado la selección, que hemos hecho con mucho mimo". En esta tarea, tanto Puyó como Usón quisieron reconocer la ayuda de gente como Ignacio Martínez de Pisón, Antonio Pérez Lasheras, Aloma Rodríguez, Daniel Gascón, Eva Cosculluela, Vicky Calavia, Antón Castro, José Luis Melero, entre otros.

HOMENAJE A LA VIDA

Hoy se cumple un año de la muerte de Félix Romeo y la presentación de ayer de Todos los besos del mundo se convirtió en un homenaje a su figura y a su pasión por la literatura y la vida: "Hemos querido engañar a la tristeza y el dolor con este homenaje literario musical. Con lo que más disfrutaba Félix era con un libro y, de hecho, siempre estaba cerca de uno". De hecho, Chusé Raúl Usón quiso recordar que Xordica existe "por culpa" del escritor fallecido ya que le comentó la idea a principio de los años 90 a Romeo y él no paraba de preguntarle día tras días hasta que la creó.

Tras las palabras de Usón, Puyó y Notivol, fue el momento del homenaje musical ya que en la terraza del Pablo Serrano actuaron Experimentos in da notte, Juanjo Javierre, Ángel Petisme y Gonzalo Alonso para convertir el acto "en una fiesta de la vida". Y un mensaje en el aire, en boca de Rodolfo Notivol: "Félix Romeo era un hombre libre y bueno al que desconcertaba el mal y la propia vida, a la que amó y celebró" y un "¡Viva Félix Romeo!" en alto.

"Todos los besos del mundo" en Aragón TV

La presentación de Todos los besos del mundo de Félix Romeo en el IAACC Pablo Serrano apareció en las noticias de Aragón TV.

Puedes consultarlo pinchando en este enlace, seleccionando el informativo Aragón Noticias 2, con fecha 5 de octubre de 2012, del minuto 37:50 a 38:45.

Presentación de "Todos los besos del mundo", por Rodolfo Notivol


Rodolfo Notivol es uno de los escritores que colaboró en la selección de los relatos que integran Todos los besos del mundo, junto con Daniel Gascón e Ismael Grasa.
Este es el texto que leyó en la presentación del libro que tuvo lugar el 5 de octubre en la terraza del IAACC Pablo Serrano:

"Es muy raro para mí estar hoy aquí presentado un libro de Félix. Es algo así como si el alumno pretendiera evaluar al maestro y no al revés. Porque Félix fue un maestro para mí en muchas cosas. Por supuesto, lo fue si hablamos de literatura. Hace algunos años, incluso asistí a uno de sus talleres de escritura. Esos talleres que él llenaba de juegos, de diversión y de pasión por las palabras. Y él fue también quién, más tarde, me empujaría a seguir escribiendo.

Pero las mejores lecciones que Félix me dio no las recibí en aquel taller, ni tuvieron por objeto los libros. Las mejores lecciones que Félix me dio, sus auténticas clases magistrales, fueron sus lecciones de amistad. 


Digo esto, porque Todos los besos del mundo es, precisamente, un libro nacido de la amistad. La que Eva y Chusé Raúl sentían por Félix. Pero es, además y sobre todo, un libro que resultaba necesario, un libro que hacía falta.

Y lo es porque Félix Romeo es un autor imprescindible si se quiere conocer lo ocurrido en las letras aragonesas y españolas durante los últimos veinticinco años.

Sin su figura nada hubiera sido igual.

Por eso la aparición de este libro me parece una gran noticia.

En él se recoge, como ya han dicho Eva y Chusé Raúl, una selección de sus cuentos en el orden cronológico en que los escribió. Esto nos permite leer el libro como una especie de biografía literaria y, por lo tanto, personal de Félix, pues él nunca supo escribir de otra manera que no fuera metido en la vida hasta las cejas.

Las narraciones que incluye el libro podrían dividirse perfectamente en cuatro etapas, que coinciden con los intervalos entre cada uno de los libros de Félix publicados con anterioridad, y en las que van apareciendo pistas sobre el camino que llevó al escritor hasta esos libros. 


El primer cuento “Buscando cielo”, escrito antes de la aparición de “Dibujos animados”, funciona como un prólogo, un prefacio, en el que se nos anuncia una parte importante de lo que vendrá después.

Encontramos ya en él, por ejemplo, la figura del padre, una de las constantes a lo largo de todo el libro. Así, la primera frase del libro nos dice: “Habíamos ido a ver a las grullas, y yo solo pensaba en mi padre”.

Encontramos también a su amigo Bizén, y a su amigo Chusé Izuel a cuya muerte dedicó luego el magnífico Amarillo.

Encontramos las referencias literarias y culturales que salpicarán muchos de los textos posteriores de Félix. Referencias que nunca pretenden ser un alarde, sino que Félix suma a sus narraciones de forma natural, como parte importante de su vida que eran.

Y encontramos también, finalmente, en estas tres pequeñas historias que componen “Buscando cielo”, su pasión por los viajes.

Fue en un viaje a Santander, precisamente, cuando Félix me recomendó la lectura de A cualquier otro lugar, la estupenda novela de Mona Simpson. Pues bien, estos días no he podido dejar de pensar que este libro se podría haber titulado también de esa manera: A cualquier otro lugar. Porque en Todos los besos del mundo todos o casi todos los cuentos están protagonizados por personajes que están viajando en ese momento o tienen un pasado lleno de viajes. En “La novia del viento”, otro de los cuentos que lo integran, el narrador llega a decirnos: “Ella preferiría estar siempre en el mismo sitio. Yo preferiría estar siempre en otro lugar.” 


Estos viajes, que también formaban parte esencial de la vida de Félix, nos remiten a su amor por las ciudades, a su afán por estar en el mundo y, también, a la idea de búsqueda. Algo que enlazaría con otros libros de Félix en los que hay una constante indagación como Noche de los enamorados.

Y, claro, donde hay un viaje hay un paisaje. Y es curioso que alguien al que le gustaba decir que no sentía el menor interés por los paisajes, utilizara estos como recurso para transmitirnos una sensación que cruza también todos los cuentos del libro: la sensación de extrañamiento.

En “Buscando cielo” el narrador nos dice: “Los olivos seguían allí. La carretera seguía allí. Nosotros parecíamos estar en otro sitio”.

Félix hace que sus personajes miren el paisaje como ven sus vidas, desde una cierta distancia, como si solo fueran una película proyectada sobre el parabrisas del coche en el que viajan y ellos mismos no formaran parte de él.

Como digo, “Buscando cielo” anticipaba ya algunas de las cosas que importaban a Félix, pero, cuando lo escribió, Félix no había pasado todavía por la cárcel y ese es el hecho que marca los cuentos siguientes del libro, un grupo de cuentos que entroncan directamente con su novela Discothéque.

En ellos queda reflejado el mundo carcelario y otros próximos a él, como el del boxeo, el de la lucha libre o el de los casinos. Son cuentos en los que se vuelve a indagar en la relación padre-hijo dejando ahora entrever casi siempre en ella un latido de culpa. Y son cuentos, por otra parte, trepidantes, que al leerlos me han hecho pensar en lo bien que se lo hubiera pasado con ellos Quentin Tarantino.

Son historias llenas de personajes estrambóticos, al borde del precipicio, muchas veces violentos, y que, como los del cineasta norteamericano, hablan sin parar, de forma nerviosa, casi como una metralleta, con repeticiones y frases cortas y rápidas, que silban como balas. De hecho, son cuentos llenos de pistolas. Y llenos también de elementos y personajes de lo que podría llamarse la “cultura popular”. Por ellos desfilan: Perico Fernández, Nino Arrua, el Real Zaragoza, los hermanos Lambán, Camilo Sexto, Homer Simpson o Cantinflas.

También son cuentos barrocos, abigarrados, en los que cabe casi todo. En los que parece estar todo el tiempo a punto de estallar la tragedia, pero en la mayoría de los cuales toda acaba en una comedia triste. Y en los que de repente se cuenta un chiste y a uno le parece oír a continuación una de aquellas estruendosas carcajadas de Félix que nunca olvidaremos. 


Con “La novia del viento”, cuento ya posterior a Discothéque, Félix parece querer quitarse la máscara de luchador de lucha libre y exponerse ante los ojos del lector de una forma más desnuda, sin protección. Así en los cuentos siguientes encontramos a un Félix más íntimo; en el que lo cotidiano, que sigue transcurriendo en mitad de los viajes, se hace más presente, y en el que dos de sus obsesiones principales: el amor y la búsqueda de la felicidad, toman mayor protagonismo.

Todos los cuentos de esta parte del libro giran en torno a las relaciones de pareja.

Son siempre parejas a punto de romperse, como en “Cinco camas y casi setecientos vinos”, un cuento divertidísimo, aunque de final amargo, donde una pareja hace recuento de las camas que han roto por efecto de su furor amoroso, hasta que descubren que lo que se ha roto de verdad no son las camas sino su amor.

Son parejas a punto de estallar, pero que parecen decidir darse una prórroga y hasta que llegue ese momento de la ruptura, celebrar la vida cada día como si fuera el último en que están juntas. Por eso son cuentos llenos de restaurantes, de comida, de vino y de sexo. Y también, otra vez, de aquella extrañeza a la que antes aludía. Ese desconcierto, casi humorístico, que sientes cuando, por ejemplo, consciente de que tu vida amorosa se va al carajo, te descubres incapaz de pensar en otra cosa que no sea algo, por otra parte tan común, como escribir un cuento sobre la visita de un grupo de poetas zaragozanos de los años cincuenta a la casa de Vicente Aleixandre.

Un cuento que destaca en esta parte del libro es “En una isla flotante”, donde además de esas relaciones de pareja, hacen acto de presencia otras de las preocupaciones más intimas de Félix como la ciudad de Zaragoza y sus ideas para mejorarla, la especial relación que mantenía con el agua, representada aquí en el río Ebro o ese desasosiego que creaban en él los crímenes no resueltos.

Los tres últimos cuentos del libro son tres de mis cuentos favoritos. Fueron escritos los tres en 2011 y forman un epílogo que nunca debió de haberse producido y que auguraba una madurez espléndida del escritor. 


Así, en “El hombre invisible y el zoo de los Bowles”, a través de un mecanismo tan sencillo como indagar en la relación que mantuvieron con sus mascotas, Félix construye una breve biografía, muy poco al uso, de William S. Burroughs, Paul Bowles y Jane Bowles en la que confronta vida y literatura y, sin subrayarlas en ningún momento, reivindica dos de sus ideas más recurrentes: que la vida debe estar siempre antes que la literatura y que esta no sirve sin un cierto compromiso moral.

En “Temblor”, el segundo de estos cuentos, Félix consigue un cuento delicioso, un cuento que se lee con una media sonrisa en la cara, esa media sonrisa tontorrona que nos dibuja en ella al descubrir un momento de felicidad entre dos personas que se quieren, un momento seguramente efímero, pero que ni siquiera un supuesto terremoto es capaz de destruir. Un momento que al ver la portada del libro no he podido dejar de relacionar con ella.

Y, finalmente, en “Verano del 75”, el último de los cuentos del libro, Félix vuelve a la infancia. A unas vacaciones con sus padres en la ciudad de Castellón durante el último verano de Franco en las que asiste a un espectáculo del bombero torero y visita a una pariente encerrada en un manicomio. Pero ahora la mirada hacia esa infancia ya no es la mirada nerviosa de aquel adolescente de Dibujos animados. Ahora se trata de la mirada de un adulto, igual de perpleja, pero más reflexiva y llena de preguntas que el paso del tiempo ha dejado sin respuesta.

Quiero deciros para acabar que, como le ocurría a Félix, me gustan los libros que retratan la vida de sus autores. Y, desde luego, en Todos los besos del mundo Félix sale de cuerpo entero, casi a tamaño natural.

Para quienes tuvimos la suerte de conocerle este libro es un reencuentro con nuestro amigo, con su voz, con su mirada siempre diferente del mundo y con su risa. Quienes no le conocieron podrán contemplar en sus páginas el retrato de un hombre alegre, apasionado, desbordante y, a veces, desbordado. Pero también generoso, frágil y tierno. Un hombre al que desconcertaba el mal y, en ocasiones, también la propia vida; pero que la amó y la celebró cada minuto. Un hombre al que nunca importó estar solo en defensa de aquello que creía la verdad, aunque eso le causara no pocas dificultades; pero al que aterraba la idea de vivir solo, sin amor o sin amigos. En definitiva, un hombre, como era Félix, esencialmente, libre y bueno."

Las fotografías recogen distintos momentos de la presentación de Todos los besos del mundo tomadas por el equipo del IAACC Pablo Serrano y por el fotógrafo Javier Burbano. Puedes ver más fotografías aquí:
Presentación "Todos los besos del mundo" de Félix Romeo en Zaragoza

Presentación de "Todos los besos del mundo", por Chusé Raúl Usón



Chusé Raúl Usón, editor de Xordica y co-editor de Todos los besos del mundo, leyó este texto en la presentación que tuvo lugar el 5 de octubre en la terraza del IAACC Pablo Serrano:

        "Amigas, amigos.

     Bienvenidos a la presentación de Todos los besos del mundo, una selección de los mejores relatos que Félix Romeo publicó a lo largo de casi veinte años en distintos medios y que no habían sido recopilados hasta ahora.

Quisiera comenzar, antes de pasar a la presentación del libro y del pequeño homenaje musical que hemos preparado desde la editorial, por el capítulo de agradecimientos:

En primer lugar, gracias a la familia de Félix: sus padres –Carmen y Félix–, y sus hermanos –Pedro y Ana–. Gracias a Lina Vila, su compañera, que puso a la disposición de los editores el ordenador personal de Félix para aclarar algunas dudas sobre sus cuentos. Sin el permiso y sin la colaboración de ellos no hubiese sido posible la publicación de este libro.

Gracias a Marisa Cancela, directora del Museo Pablo Serrano, y a todo su equipo. Marisa aceptó entusiasmada nuestra propuesta de presentar el libro en esta magnífica terraza. A Félix le encantaba esta maravillosa vista de Zaragoza, para él la mejor ciudad del mundo.

Gracias por supuesto a José Luis Campos, del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cariñena, buen amigo de Félix, que ha querido sumarse a este acto de presentación y de homenaje. Con vino de Cariñena brindaremos por la memoria de nuestro amigo.

No quiero olvidarme de José Antonio Melendo, autor de la fotografía de la portada del libro, que nos ha permitido hacer diversas pruebas hasta dar con lo que íbamos buscando.

Gracias, cómo no, a los músicos: a Experimentos in da notte, a Juanjo Javierre, a Ángel Petisme y, en especial, a Gonzalo Alonso, que además de participar en el homenaje se ha encargado de la coordinación de los grupos y de las cuestiones técnicas…

Gracias a todos por estar aquí.


        Félix me “obligó” a ser editor. A finales de 1991 o comienzos de 1992 se me ocurrió contarle aquella locura que rondaba por mi cabeza. En mala hora. El caso es que cada vez que me veía me preguntaba por el proyecto de la editorial, si ya la había montado y todo eso. Y yo lo le decía que no, que no lo tenía claro. Y entonces él me abroncaba. En fin, ya os podéis imaginar cómo se ponía. Él fue el único que al principio creyó en Xordica. De eso han pasado ya 20 años.

Félix también me “obligó” a leer a Bernardo Atxaga, y a Xosé Luis Méndez Ferrín y a Miguel Torga, y a Raymond Carver, y Richard Ford, y a Tobias Wolff, a Sam Sephard y John Berger, a Georges Perec, y a Valerio Magrelli, y a Natalia Ginzburg…

Félix me presentó a José Antonio Labordeta, y a Javier Tomeo, a Antón Castro, a José María Conget, a Ignacio Martínez de Pisón, a Luis Alegre, a David Trueba, a Lara López, a Miguel Mena, a Ismael Grasa.

Si se permitís la broma, en mi calendario vital debería hablar de “A. F” y “D. F.”, es decir, mi vida antes de Félix y después de conocer a Félix. Y creo que esto es también extensible a muchas de las personas que hoy estáis aquí. Creo que a todos los que tuvimos la suerte de tratarlo, de ser su amigo, nos cambió la vida. Y creo, sinceramente, que nos ha convertido en una versión mejorada de nosotros mismos.

Para su desgracia y para la de todos nosotros, hoy en nuestro calendario vital hay que hablar de “C. F”. y “S. F”.” “Con Félix y “Sin Félix”, porque nuestras vidas han quedado ya marcadas por su presencia y por su ausencia, aunque esta solo sea física, por supuesto. 

Pepe Melero, ese furibundo zaragocista, le dijo a Félix Padre, hace ahora tristemente un año: “Era el mejor”. Y es verdad: Félix era el mejor de todos. Pero no porque fuese el más ingenioso, el más imaginativo, el más divertido, el más inteligente o el más sabio. Era el mejor amigo. Era el más cariñoso. La búsqueda de la felicidad, para él, pasaba indefectiblemente por la felicidad de todos y cada uno de sus amigos.

No es mi deseo caer hoy ni el desánimo ni en la tristeza. Eso es lo último que Félix desearía. Seguro. 

En este primer aniversario, para el que hemos preparado este Todos los besos del mundo queremos celebrar, hoy y siempre, la suerte de haberlo conocido. Brindemos por su memoria permanentemente. Busquemos siempre, como él lo ha hecho, la felicidad de los que nos rodean y hagamos de cada momento que estemos juntos una enorme Fiesta.

Como dice Aloma, gritemos hasta que nos oigan en Lechago y más allá: VIVA FÉLIX ROMEO!!"

En las imágenes, fotografías del editor Chusé Raúl Usón y del publico de la presentación, tomadas por el equipo del IAACC Pablo Serrano y por el fotógrafo Javier Burbano. Puedes ver más fotos pinchando aquí:
Presentación "Todos los besos del mundo" de Félix Romeo en Zaragoza

Convocatoria presentación de "Todos los besos del mundo" en Zaragoza


Esta es la convocatoria de la presentación de Todos los besos del mundo, que aparece en el blog de Xordica:

Queridos amigos:

Ya os habíamos avisado y, por fin, el libro está aquí.

Todos los besos del mundo es una selección de los cuentos que Félix Romeo escribió y publicó a lo largo de veinte años en diferentes medios.

El libro llegará el 15 de octubre a las librerías.

Lo presentamos el viernes día 5 de octubre en la terraza del IAACC Pablo Serrano de Zaragoza a las 19h.

Casi todos sabemos que Félix Romeo era vital, alegre y vivía la literatura y los libros -los suyos y los de los demás- como una fiesta. Por eso, el viernes 5 de octubre haremos de tripas de corazón para que la alegría gane a la tristeza por su ausencia.

Eva Puyó
y Chusé Raúl Usón han sido los editores y quienes han seleccionado los cuentos que reúne Todos los besos del mundo, y el viernes nos contarán cómo ha sido ese proceso. Rodolfo Notivol ha estado aconsejando y ayudando a los editores en la elaboración del libro y también estará el viernes.

Además habrá actuaciones musicales: Gonzalo Alonso, Experimentos in da notte, Juanjo Javierre y Ángel Petisme.

Brindaremos con vino de Cariñena y los ¡VIVA FÉLIX ROMEO! se oirán hasta en Lechago, donde hace unas semanas se inauguró una biblioteca con su nombre.

Será un placer veros allí.