La escritora Aloma Rodríguez habla de Félix Romeo en su columna "Las naturales" del 7 de octubre de 2012 en Heraldo de Aragón. Aloma Rodríguez es la autora de la foto de solapa del autor de Todos los besos del mundo que reproducimos aquí. Además, colaboró activamente en las labores de edición del libro.
"Un año", por Aloma RODRÍGUEZ
Ha
pasado un año desde que empecé a escribir esta columna. Desde aquí he
hablado de películas, de cantantes, de escritores, de cosas que me
gustan y de cosas que no me gustan. Sé que hace un año porque escribo
aquí desde que Félix Romeo murió: heredé su columna.
Repaso
todas las cosas de las que he hablado aquí y que él no ha visto: la
mayoría absoluta del PP, películas maravillosas como ‘Declaración de
guerra’, de Valérie Donzelli y ‘El artista y la modelo’, de Fernando
Trueba. Sé que no hablaremos del nuevo disco de Franco Battiato, ‘Apriti
Sesamo’, ni del de Rafael Berrio, ‘Diarios’. Nunca sabré qué le parece
la nueva novela de Javier Cercas, ‘Las leyes de la frontera’. Echo de
menos sus análisis, las discusiones en el bar Dumbo de Zaragoza, los
partidos de algo que se parecía a waterpolo en las piscinas, las cenas
en el Estudios, que me obligara a beber vino de Oporto aunque no me
gustase. Echo de menos que me hable por el chat de Facebook, echo de
menos sus correos, siempre despidiéndose con “todos los besos del
mundo”, frase que da título a la selección de cuentos que acaba de
publicar Xordica.
Mi primera columna
estaba dedicada a él y en algunas le citaba porque Félix Romeo está en
todas partes. Y aunque ha pasado un año, todavía me cuesta creer que no
volveré a oír su risa, alguna bronca, alguna recomendación, que no
pasearemos más desde Independencia a la Librería Antígona y nos
tomaremos un helado de camino, y que no cantaremos más “el que tenga un
amor que lo cuide, que lo cuide, la salud y la platita que no la tire,
que no la tire” dando golpes en las mesas de Casa Emilio. Echo de menos
su visión sobre las cosas, pero echo de menos no poder compartir con él
las alegrías, los nuevos libros, los amigos.
En
mi primera columna citaba a Salman Rushdie, que esta semana estuvo en
Madrid para presentar sus memorias de la fetua, ‘Joseph Anton’. Daniel
Gascón lo entrevistó y yo le hice fotos. Habló de Jomeini, de la fetua,
de literatura, de John LeCarré y de la libertad de expresión. Félix, que
mandó por correo una cita contra el fundamentalismo de Salman Rushdie
después del 11M, habría reseñado ‘Joseph Anton’.
Félix
no leerá esa entrevista ni verá esas fotos, y aun así, cuando disparaba
pensaba en él, hacía las fotos pensando en que le gustaran. Como casi
todo lo que he hecho este último año. Félix no está, pero yo siempre me
acuerdo de él.
Me gustaría pensar que
esta columna y los libros que dejó en mi casa al morir no fueron lo
único que heredé, me gustaría pensar que me dejó casi un millón de
amigos y que fui capaz de aprender de él una manera de estar en el mundo
y de vivir.
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