La librería Tipos infames de Madrid ha seleccionado Todos los besos del mundo de Félix Romeo (Xordica) entre los "50 infames del año". Pincha aquí para ver la lista completa.
sábado, 29 de diciembre de 2012
"Todos los besos del mundo" entre los libros destacados del año según Artes y Letras
Todos los besos del mundo, de Félix Romeo (Xordica), aparece entre los destacados del año en las letras aragonesas según el suplemento de Heraldo de Aragón "Artes y Letras" del jueves 27 de diciembre de 2012. Antón Castro es quien coordina el suplemento y quien escribe este artículo, del que extractamos el fragmento dedicado a Todos los besos del mundo:
"Félix Romeo era una factoría de conocimiento, de entusiasmo y de sentido crítico. Para él la buena literatura era sinónimo de vida. [...] En los cuentos de Todos los besos del mundo está el universo de Félix: las relaciones de pareja, el humor y el amor, los viajes, la pura fabulación, las pistolas, los paisajes y están, como encapsuladas, las claves de su propia existencia."
jueves, 13 de diciembre de 2012
"Todos los besos del mundo" entre Los mejores libros del 2012 para Estandarte
El libro Todos los besos del mundo de Félix Romeo (Xordica) es uno de los mejores libros publicados en el 2012 para Estandarte. Si quieres ver el resto de libros seleccionados pincha aquí.
domingo, 2 de diciembre de 2012
"Todos los besos del mundo" en la feria del libro de Monzón
El libro Todos los besos del mundo, de Félix Romeo (Xordica), se presenta en la Feria del Libro de Monzón el sábado 8 de diciembre, a las 19:30 h. Para ello se contará con la presencia de sus editores literarios Eva Puyó y Chusé Raúl Usón. A las 20 h. se hará entrega de los premios FLA, uno de los cuales recae en el escritor Félix Romeo a título póstumo. Para más información, pincha aquí.
Fotografía presentación en Barcelona
Fotografía de grupo tras la presentación de Todos los besos del mundo de Félix Romeo (Xordica) el 27 de noviembre de 2012 en Barcelona. En ella vemos al editor del libro, Chusé Raúl Usón, a los presentadores del acto, Ignacio Martínez de Pisón, Malcolm Otero Barral y Jordi Soler, y a varios amigos del escritor: las escritoras Llucia Ramis y Paula Cifuentes, su agente literaria Mónica Martín, el escritor Pedro Zarraluki, el editor Miguel Aguilar y la agente María Lynch.
Crítica en ABCD
J. M. Pozuelo Yvancos reseña el libro Todos los besos del mundo de Félix Romeo para ABCD (1 de diciembre de 2012):
Romeo a golpes ****
Reúne este libro los más logrados cuentos de Félix Romeo a juicio de los
editores, que han hecho una labor de búsqueda y recuperación de una obra que
había visto la luz de manera muy dispersa en distintos periódicos (entre ellos
ABC) y revistas. Si compilar cuentos en un volumen siempre es necesario para
rescatarlos de su pérdida, lo es más en el caso de los de Félix Romeo, porque
concurren dos rasgos que los condenaban a pasar desapercibidos: su autor era
poco propenso a valorar en su justa medida lo que él hacía y, por otra parte,
era tal su generosidad que no había empresa editorial pequeña o revista local
que no conociera su entusiasta apoyo. Eso generaba dispersión de una obra poco
extensa, mucho más deslavazada y sin duda bastante más interesante de lo que
parecía, una vez la vemos reunida y podemos leerla con coherencia.
La prematura desgracia de su muerte y su talante generoso y afectuoso
entrañan, sin embargo, un peligro que conviene conjurar: el énfasis en su
simpatía personal y en lo buena persona que era puede contribuir, sin quererlo,
a mitigar su valor literario.
Foto movida
Una vez he leído el conjunto de cuentos incluidos en Todos los besos del
mundo, veo que su reseña, pero también un estudio introductorio de su sentido,
deberían ir más allá de decir que Romeo era hombre cariñoso o generoso, o del
dolor que su muerte nos causó.
Lo que merece que se diga es que era un cuentista singular, por momentos muy
bueno, que logra algún cuento que conviene calificar de excelente, dentro de un
conjunto también irregular, donde no faltan algunos de mera circunstancia.
Podría decirse que en Félix Romeo había un funcionamiento literario a
golpes, pero algunos de los que daba merecen sobresalir. ¿En qué me parece que
Félix Romeo sobresale como cuentista?: en la irónica construcción de unos
personajes que se definen como outsiders y están siempre pillados a contrapelo,
como si su inserción social o afectiva les hubiese cogido atravesados por la
fatalidad o la fotografía de sus afectos y acciones hubiese salido movida.
Formas de fracaso
Llamo la atención sobre el hecho de que los personajes de sus cuentos
profesan diferentes formas del fracaso. A pocos cuentistas se les habría
ocurrido tratar la vida de alguien que se gana la vida fingiendo palos como tigre
de lucha libre u otro que es un simple camello que transporta droga por encargo
y, desde un hotel de Lisboa, contempla su plaza de toros, parecida a
Disneyworld (ciertamente es así); o bien otro que tiene a su padre en prisión,
acude al casino y apuesta para poder pagar la fianza, solo unos meses antes de
que lo enchironen definitivamente. Incluso cuando se trata de festejar la
Semana Santa de Calanda, vemos el aburrimiento de la pandilla y un irónico
reconocimiento de cansancio juvenil en interminables y tediosas horas de farra.
Junto a esa posición de aledaño social, neopicaresco, hay una consideración
afectiva igualmente provisional, desajustada, de todos sus personajes.
Dos rasgos me han parecido asimismo destacables: la piedad, visible en
ponerse un personaje a pensar en la viudedad de los zancudos cazados en las
marisma, y una cierta ironía muy aragonesa, de identidad semitorcida, se hable
del Ebro, de los Monegros o de esos espacios que han sido vistos como versiones
de la Ínsula Barataria.
Félix Romeo crea cuentos sanchopancescos en cuyo lenguaje convive el sabor
de lo que la gente habla en atmósferas de cultura medio-baja, por la que pasan
de vez en cuando héroes cultos a mojarse un poco.
jueves, 29 de noviembre de 2012
Juan Marqués habla de "Todos los besos del mundo"
El poeta Juan Marqués escribe sobre Todos los besos del mundo, de Félix Romeo (editorial Xordica), en ABC (ed. Comunidad Valenciana). La reseña se publicó el 24 de noviembre de 2012 y puedes consultarla en su blog "Otra colección de faros" pinchando aquí. En la imagen, fotografía de Juan Marqués, autor de los poemarios Un tiempo libre y Abierto.
"Desde que murió Félix Romeo, hace trece meses y medio, no he podido
sumergirme en una piscina sin acordarme de él y de cuánto le gustaban, y
también le he recordado al sumergirme en un montón de libros que
hubiéramos comentado, aunque le encantaba llevarme la contraria y solía
reñirme por mis reseñas (algo que también hacía con Julio José Ordovás o
incluso en relación a las opiniones de José-Carlos Mainer, lo cual,
paradójicamente, subrayaba el respeto que sentía por nuestro modo de
leer, en contraste con la condescendencia sin matices que en general
aplicaba a otros amigos más cercanos a los que estimaba más en lo
personal). Creo, por ejemplo, que, entre los libros que
inconcebiblemente no ha podido leer, le hubiese gustado el Diario de invierno de Paul Auster, el segundo volumen del epistolario de Juan Ramón Jiménez, las magníficas Cartas
de Saul Bellow traducidas para Alfabia por nuestro querido Daniel
Gascón o la recopilación de los poemas de Edward Thomas. También, aunque
me echó una bronca homérica por aplaudir con entusiasmo la formidable Némesis, sé que hubiese lamentado el reciente anuncio de silencio definitivo de Philip Roth, cuya Pastoral americana
veneraba. Pero más absurdo aún es que no llegase a tener los libros que
han publicado en 2012 algunos de sus amigos más admirados y constantes:
Las leyes de la frontera de Javier Cercas, Escritores y escrituras de José Luis Melero, Te veo triste y El llanto de los boxeadores de Fernando Sanmartín o esa deliciosa y sencilla bildungsroman que Antón Castro ha titulado Cariñena.
Y tanto como le gustaba tocar y manosear los libros (los agarraba con
fuerza y los combaba y escudriñaba por todos lados, acercándolos y
alejándolos para verlos de diferentes modos, dándoles vueltas como si
manipulase el volante de un coche), es simplemente doloroso que nosotros
hayamos podido ver, leer y subrayar sus dos últimos libros, y él no.
Nadie tendrá jamás un ejemplar dedicado de esos dos títulos, y me parece
que eso, misteriosamente, dice algo de su carácter, pues, aunque
siempre generoso, cariñoso y presente, era un hombre lleno de silencios
interiores, de zonas que no quería compartir, de fantasmas, de espacios
en blanco que sin embargo rebosaban significados que sólo él poseía y
masticaba.
El último mail que me escribió fue para felicitarnos a mi mujer y a mí
por el anuncio de nuestro primer hijo, a quien tampoco, tanto como le
gustaban los niños, ha podido conocer. Cuando Bruno cumplió nueve días
en este mundo, leí junto a su sueño esa pesadilla ya póstuma que es Noche de los enamorados,
que precisamente me trajeron a casa ese oportuno 14 de febrero. Es el
libro que Félix había dejado listo para publicar, un reportaje
estremecedor y crudo sobre el maltratador a quien había conocido en la
cárcel exactamente diecisiete años atrás, el día de los enamorados de
1995. Si sólo publicó tres libros en vida (Dibujos animados, Discothèque y Amarillo),
desde su muerte, como adelantaba arriba, ya han aparecido otros dos
(aparte de reediciones de sus dos primeras novelas en la colección de
bolsillo de Anagrama), y el segundo de ellos, la recopilación de cuentos
Todos los besos del mundo,
es tal vez el mejor de todos, el que más y mejor retrata y hace justicia
a su autor. Organizada por la escritora Eva Puyó y por el editor Chusé
Raúl Usón, esta selección de diecisiete narraciones breves de Félix
Romeo ofrece una panorámica extraordinaria de su escritura a lo largo de
los años, desde sus primeros cuentos, marcados a fuego por las road movies
y por la literatura norteamericana, hasta sus últimas prosas, más
despojadas de todo, menos “literarias”, más directas, aunque en la
última de ellas, el recuerdo de su “Verano del 75” por Castellón,
Valencia y el Desierto de las Palmas de Benicàssim que se publicó
originalmente en agosto de 2011 en la revista Letras Libres, vuelve a sus temas familiares y de carretera, cerrando un círculo que, trágicamente, será definitivo.
Antes de eso hay
muchos cuentos de desamor, incomunicación y ruptura (como el magistral
“Cigarrillos”), violencia activada por el odio a la violencia,
kilómetros y vino, ternura llena de rabia por no poder ser más felices y
mejores, por no saber vivir más. Como en las dos páginas perfectas que
forman “Temblor”, “él siente un profundo amor y una profunda
impotencia”."
La librería de Javier recomienda "Todos los besos del mundo"
La librería de Javier recomienda en su blog el libro Todos los besos del mundo, de Félix Romeo (editorial Xordica)
La librería de Javier es, en realidad, la Librería Cervantes de Alcalá de Henares (C/ Ramón y Cajal, 10). Compartimos con vosotros su recomendación:
"Hace un año que el escritor Félix Romeo nos abandonó.
Después de asombrarnos con su gran humanidad y su corta, aunque intensa,
bibliografía, su inesperada muerte fue un sobresalto que aún tenemos en
mente. Y es que, después de Dibujos animados, Discotheque, Amarillo y Noche de los enamorados,
los seguidores de este zaragozano, esperaban más y más de este joven
autor. Los editores de Xordica, sabedores de la gran inquietud de Félix
Romeo por ayudar a amigos publicando relatos y cuentos en los medios más
diversos, han recopilado algunos de ellos para ofrecérnoslos en esta
bella edición que rinde honor a su nombre. A ello han contribuido en
gran manera los propios padres del autor así como Lina Vila, su viuda,
que trabajó junto a los editores para que viera la luz este libro. En él
se recopilan nada menos que diecisiete de sus cuentos. Estos cuentos
son el fiel representación de su obra y en ellos vemos claramente
reflejado a su creador. Sus temas no nos son ajenos, como tampoco lo
eran a su escritor: relaciones de pareja, amistad, literatura y propias
experiencias. El título alude a la usual despedida del propio autor en
los correos electrónicos y cartas que mandaba a sus amigos. En ellas
siempre apostillaba con un “mil besos”, “un millón de besos”, “besicos”,
“besazos” o con el más usual, “todos los besos del mundo”.
Y este es el título que los editores han elegido para el homenaje en
forma de relatos cortos de Romeo, una frase que resume su amor y amistad
para los suyos y un acertado título para alguien que amaba las letras
como pocos en esta profesión."
domingo, 25 de noviembre de 2012
"Todos los besos del mundo" en La opinión de Málaga
El escritor Guillermo Busutil realiza una crítica del libro Todos los besos del mundo, de Félix Romeo, en La opinión de Málaga.
"El escritor azul.
De todos los escritores que he conocido, sólo de dos recuerdo su risa. Grande, abierta, azul, como el agua de una piscina en la que hundirse sin miedo y emerger con la sensación de que a su lado nunca sería víctima del naufragio de la rutina. Uno fue Félix Bayón. El otro, Félix Romeo. A los dos se les cansó de golpe el corazón y ambos fueron, al igual que su nombre, el abrazo feliz de la literatura, la amistad y los placeres sencillos. Uno vivió en el sur y el otro en el norte. Nunca se cruzaron sus trayectorias en el periodismo y en la literatura, pero puedo imaginarlos elevando la calidad de una charla, compitiendo con esas risas de ogros buenos que sus amigos seguimos escuchando cuando alguien los nombra. Hace un año, un mes y diez días que Félix Romeo dejó de llamar por teléfono, de escribir sms y mandar emails que acababan con el diminutivo aragonés de un beso cariñoso o con el lema que nos une a sus amigos: todos los besos del mundo. Ese es precisamente el título que Eva Puyó y Chusé Raúl Usón han elegido para enmarcar un buen puñado de excelentes relatos que FR voló durante años en revistas y suplementos. Un género que le apasionaba como lector y crítico, lo mismo que le apasionaban los escritores suicidas, los oradores locales, la gente con un pasado aprisionado entre sombras, las historias a las que sus amigos novelistas o cuentistas le estaban dando vueltas o ejercer de guía de su querida Zaragoza. La ciudad, el afecto y el equipo de fútbol que aparece y desaparece en muchas de las piezas breves de Todos los besos del mundo, publicado por Xórdica.
Los cuentos del autor de Dibujos animados, Discothéque, Amarillo y Noche de los enamorados, su novela póstuma, retratan el universo y los temas preferidos de Félix Romeo. Son historias cortas, contundentes, abiertas la mayoría en sus finales, definidas por una poesía de lo cotidiano, por un extrañamiento frente a la realidad. Son cuentos repletos de ese humor con retranca que caracterizaba a este tipo entrañable e irremplazable, y también llenos de literatura. Una literatura que se derrama en referencias a Raymond Carver, a Wolff, a Handke, a Claudio Magris, a James Ellroy y otros escritores, cuya esencia literaria o guiños están implícitos, pero sobre todo una literatura que muestra el brillante estilo con el que Félix Romeo compone la estructura de la frase, alimenta el ritmo, suaviza las atmósferas y tensa la escritura en un bucle, en un eco del lenguaje que se mueve por una carretera invisible. Las historias de Todos los besos del mundo nos enseñan que Félix Romeo nunca llevó americana, aunque una vez se la puso para perder al blackjack en un casino; que su padre apuntó dos veces con una pistola a la cabeza de un futbolista del Zaragoza y de un actor alemán al que le hizo de guardaespaldas. Una vez apuntó por una apuesta, la otra para salvarlo de un suicidio. En otros cuentos colecciona locos, juega con su pareja a descubrir un cadáver bajo una piscina, ajusta cuentas con el pasado, homenajea a su héroe Homer Simpson o recuerda al boxeador Perico Fernández. Igual que hay desiertos, islas, físicas o metafóricas, poetas con los que fotografiarse y amigos cómplices. Y no podían faltar los viajes, la cárcel, los días de vino y amor como la morena Sonia merlot y la rubia Natalia Chardonnay porque a Félix Romeo le gustaban las películas y las novelas en las que se bebía, se comía y se amaba. También hay acrobacias en camas de hotel, escenas de caza, noches de tambores, lecciones de francés, placeres sencillos, peripecias vitales y la figura presentida en la portada de su compañera Lina Vila. Cada una de estas historias encierra la risa grande del escritor, la forma con la que miraba la complejidad del mundo, su amor por los libros y el corazón de un escritor azul en que uno se hundía feliz cada vez que se compartía con él un abrazo. Es un libro de amistad, es evidente, pero también es literatura en estado puro que volará entre las manos de sus lectores."
"El escritor azul.
De todos los escritores que he conocido, sólo de dos recuerdo su risa. Grande, abierta, azul, como el agua de una piscina en la que hundirse sin miedo y emerger con la sensación de que a su lado nunca sería víctima del naufragio de la rutina. Uno fue Félix Bayón. El otro, Félix Romeo. A los dos se les cansó de golpe el corazón y ambos fueron, al igual que su nombre, el abrazo feliz de la literatura, la amistad y los placeres sencillos. Uno vivió en el sur y el otro en el norte. Nunca se cruzaron sus trayectorias en el periodismo y en la literatura, pero puedo imaginarlos elevando la calidad de una charla, compitiendo con esas risas de ogros buenos que sus amigos seguimos escuchando cuando alguien los nombra. Hace un año, un mes y diez días que Félix Romeo dejó de llamar por teléfono, de escribir sms y mandar emails que acababan con el diminutivo aragonés de un beso cariñoso o con el lema que nos une a sus amigos: todos los besos del mundo. Ese es precisamente el título que Eva Puyó y Chusé Raúl Usón han elegido para enmarcar un buen puñado de excelentes relatos que FR voló durante años en revistas y suplementos. Un género que le apasionaba como lector y crítico, lo mismo que le apasionaban los escritores suicidas, los oradores locales, la gente con un pasado aprisionado entre sombras, las historias a las que sus amigos novelistas o cuentistas le estaban dando vueltas o ejercer de guía de su querida Zaragoza. La ciudad, el afecto y el equipo de fútbol que aparece y desaparece en muchas de las piezas breves de Todos los besos del mundo, publicado por Xórdica.
Los cuentos del autor de Dibujos animados, Discothéque, Amarillo y Noche de los enamorados, su novela póstuma, retratan el universo y los temas preferidos de Félix Romeo. Son historias cortas, contundentes, abiertas la mayoría en sus finales, definidas por una poesía de lo cotidiano, por un extrañamiento frente a la realidad. Son cuentos repletos de ese humor con retranca que caracterizaba a este tipo entrañable e irremplazable, y también llenos de literatura. Una literatura que se derrama en referencias a Raymond Carver, a Wolff, a Handke, a Claudio Magris, a James Ellroy y otros escritores, cuya esencia literaria o guiños están implícitos, pero sobre todo una literatura que muestra el brillante estilo con el que Félix Romeo compone la estructura de la frase, alimenta el ritmo, suaviza las atmósferas y tensa la escritura en un bucle, en un eco del lenguaje que se mueve por una carretera invisible. Las historias de Todos los besos del mundo nos enseñan que Félix Romeo nunca llevó americana, aunque una vez se la puso para perder al blackjack en un casino; que su padre apuntó dos veces con una pistola a la cabeza de un futbolista del Zaragoza y de un actor alemán al que le hizo de guardaespaldas. Una vez apuntó por una apuesta, la otra para salvarlo de un suicidio. En otros cuentos colecciona locos, juega con su pareja a descubrir un cadáver bajo una piscina, ajusta cuentas con el pasado, homenajea a su héroe Homer Simpson o recuerda al boxeador Perico Fernández. Igual que hay desiertos, islas, físicas o metafóricas, poetas con los que fotografiarse y amigos cómplices. Y no podían faltar los viajes, la cárcel, los días de vino y amor como la morena Sonia merlot y la rubia Natalia Chardonnay porque a Félix Romeo le gustaban las películas y las novelas en las que se bebía, se comía y se amaba. También hay acrobacias en camas de hotel, escenas de caza, noches de tambores, lecciones de francés, placeres sencillos, peripecias vitales y la figura presentida en la portada de su compañera Lina Vila. Cada una de estas historias encierra la risa grande del escritor, la forma con la que miraba la complejidad del mundo, su amor por los libros y el corazón de un escritor azul en que uno se hundía feliz cada vez que se compartía con él un abrazo. Es un libro de amistad, es evidente, pero también es literatura en estado puro que volará entre las manos de sus lectores."
domingo, 18 de noviembre de 2012
Presentación "Todos los besos del mundo" en Barcelona
El martes 27 de noviembre, a las 19:30 h., se presenta Todos los besos del mundo, de Félix Romeo (Xordica), en la librería La Central de Barcelona (C/ Mallorca, 237). Intervendrán Ignacio Martínez de Pisón, Malcolm Otero Barral y Jordi Soler.
"Todos los besos del mundo" en La Buena Vida
La librería La Buena Vida de Madrid nos acogió el jueves para la presentación de Todos los besos del mundo, de Félix Romeo (Xordica). Esta es la reseña que publican en su blog:
"Estos cuentos publicados aquí y allá por Romeo se presentan en un
volumen que, a pesar de la dispersión de su origen, tiene una coherencia
y unidad que solo puede encontrarse cuando esa coherencia y unidad
estaban en el autor, en su concepción de la literatura. El humor de
sonrisa ladeada, la brutalidad ocasional, siempre la búsqueda de la
felicidad, el estilo cortante que esconde literatura muy humana, está en
muchos de estos cuentos que sirven, sin duda, para recuperar una parte
importante de la obra de Félix Romeo, amigo recordado de La Buena Vida,
que se completa con sus cuatro novelas (Dibujos animados, Discòtheque,
Amarillo y Noche de los enamorados) y sus muchos artículos y críticas".
viernes, 16 de noviembre de 2012
Presentación de Patricio Pron en La buena vida
Este es el texto que Patricio Pron leyó en la presentación de Todos los besos del mundo de Félix Romeo en la librería La Buena Vida, y que se puede consultar en su blog:
"Ejercicios de ventriloquía:
No existe ninguna razón para que la voz de un escritor sea también la de
sus personajes, por supuesto, pero uno repara en ello en pocas
ocasiones, por ejemplo cuando lee Todos los besos del mundo, la
selección de los cuentos de Félix Romeo preparada por Eva Puyó y Chusé
Raúl Usón y publicada recientemente por la editorial Xordica. Allí,
Romeo (que tenía una voz estentórea) reúne a un puñado de personajes que
hablan en susurros, perplejos como están por la belleza y la desgracia
de este mundo: escritores que no pueden dejar de pensar historias
mientras su pareja se deshace ante sus ojos, padres que ponen pistolas
en la cabeza a las personas, luchadores zaragozanos que son destrozados
en los cuadriláteros de la Ciudad de México, hijos que visitan a sus
padres en la cárcel para proponerles un arreglo insostenible, actores
que huyen unos de otros durante un viaje, un niño que ve un cordero
bicéfalo en un verano decisivo en Castellón, catadores de quesos que
quieren aprender francés, una pareja que vive una vida que (como todas)
tiene lugar sobre un cementerio desconocido. Aquí sucede algo notable, y
es que todas estas historias y sus personajes oscilan en torno a hechos
que no pueden ser mencionados o a pequeños acontecimientos cuya
significación real es indescifrable y oscura: desplazamientos a ninguna
parte, carreteras perdidas de alguna provincia española, viajes a
congresos vitivinícolas que dejan tras de sí cinco camas rotas. Ahora
que Félix Romeo ha terminado su viaje (un viaje, por otra parte, que
hubiéramos querido que fuese más largo, aunque posiblemente no hubiese
podido ser más feliz), uno repara en el hecho de que, como sucede en
algunos otros de sus libros y en la magnífica novela póstuma Noche de
los enamorados (Barcelona: Literatura Mondadori, 2012), en su obra, los
únicos personajes que se detienen son aquellos que han sido
encarcelados; aunque, por supuesto, su detención es sólo física: por
dentro siguen girando obsesivamente en torno a sí mismos y a las razones
de su encierro. Félix Romeo también conoció la cárcel (estuvo en la de
Torrero entre 1994 y 1995 por insumisión) y es posible que esa sea una
de las razones por las que estos ejercicios de ventriloquía reunidos en
Todos los besos del mundo abundan en espacios abiertos. Félix Romeo no
se detuvo jamás, y ahora que su obra parece estar concluida, a uno le
resulta difícil imaginar que esa conclusión sea también la suya propia;
prefiere imaginarlo en algún viaje, pensando como algunos de sus
personajes en las potencias de la ficción para transformar el dolor en
belleza, la desgracia en alegría, los finales en comienzos."
Eva Puyó, coeditora del libro, y la directora y guionista Ángeles González-Sinde acompañaron a Patricio Pron en la presentación.
Si quieres ver más fotos pincha aquí:
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Presentación "Todos los besos del mundo" de Félix Romeo en Madrid |
lunes, 12 de noviembre de 2012
Presentación de "Todos los besos del mundo" en Madrid
El jueves 15 de noviembre, a las 20'30 h., en la librería La buena vida (C/ Vergara, 10. Madrid) se presenta el libro Todos los besos del mundo, de Félix Romeo (Xordica). Contaremos con la presencia de los editores del libro, Eva Puyó y Chusé Raúl Usón, con el escritor argentino Patricio Pron y con la guionista y directora de cine Ángeles González-Sinde.
sábado, 10 de noviembre de 2012
"Todos los besos del mundo" en Los libreros recomiendan
La librería Los portadores de sueños recomienda Todos los besos del mundo de Félix Romeo (Xordica) en la página Los libreros recomiendan:
"Félix Romeo se despedía de sus amigos en
los correos electrónicos enviando “Todos los besos del mundo”. No
podría haber un título mejor para este libro que aparece en Xordica, una
editorial en la que Félix tuvo una gran influencia y a la que siempre
estuvo vinculado de alguna forma. Félix nos dejó demasiado pronto, y
ahora que se cumple un año de su muerte podemos seguir encontrándonos
con sus palabras a través de su narrativa breve.
Todos los besos del mundo
recoge 17 relatos seleccionados entre la enorme producción cuentística
que Félix Romeo reunió a lo largo de veinte años. Romeo fue un escritor
brillante que convertía lo cotidiano en el mejor material literario.
Siempre tuvo una mirada curiosa hacia la vida y quiénes le rodeaban. Esa
curiosidad, esa forma de mirarlo todo impregna estos relatos hasta
transmitirles la lucidez de quien siempre está un paso por delante.
El orden cronológico en el que se
ofrecen estos textos permite comprobar la evolución de Félix Romeo como
escritor, qué le preocupaba en cada momento y cómo algunos de sus temas
centrales, sus principales obsesiones (la libertad, la democracia, el
amor…) le acompañaron durante toda su vida y se fueron fortaleciendo con
los años. La lectura de estos cuentos permite constatar la coherencia
como escritor y como persona que Félix Romeo se esforzó en mantener.
Los editores de Todos los besos del mundo,
Eva Puyó y Chusé Raúl Usón, han hecho un trabajo excelente, empezando
por la difícil tarea de buscar y localizar sus textos, dispersos en
periódicos, revistas y libros colectivos. Reunir en este volumen sus
mejores cuentos es una bonita forma de despedirse de Félix Romeo y
devolverle tantos besos, tanto amor como él siempre nos regaló".
jueves, 1 de noviembre de 2012
"Todos los besos del mundo" en Letras en vena
El escritor y poeta Eduardo Boix escribe sobre Todos los besos del mundo de Félix Romeo (Xordica) en Letras en vena:
"Félix Romeo era un apasionado de la vida en sí misma. Le encantaban
los brindis, las sobremesas con los amigos, los abrazos, los besos y los
libros. Si le tuviésemos que definir con una sola palabra, esta sería
letraherido. Felix era un lletraferit como se diría en catalán, buena
prueba de ello era la voracidad con la que consumía novelas, ensayos,
poemarios. Sus artículos, reseñas y libros, están repletos de este amor
por la literatura.
El pasado 7 de Octubre de 2012, fecha en la que se cumplía un año de su muerte a causa de un ataque al corazón, la editorial Xordica sacó Todos los besos del mundo. Esta obra es una excelente recopilación de los diecisiete mejores relatos escritos por el escritor zaragozano. En estos cuentos
están cada una de las filias y obsesiones de Félix, las piscinas, el
amor, el sexo, los besos, el amor por Aragón, la amistad, la figura del
padre omnipresente, las pistolas. Hay historias familiares, algunas
basadas en su memoria personal, relatos sobre las relaciones de pareja y
su imposible equilibrio y otros que reflejan su amor por los viajes,
las ciudades, los libros y la vida.
Los personajes de Félix Romeo, de una u otra forma, viven al límite.
Son apasionados como él, todos y cada uno de ellos son un poco Romeo. En
sus relatos Félix nos muestra las obsesiones y pasiones que él mismo
manifestó en sus libros y trazan su evolución como escritor. Gracias a
la brevedad del relato, podemos descubrir la genialidad de este
escritor, que con un potente arranque y toda una calculada estructura,
nos introduce en su mundo llevándonos a donde él quiso. Los cuentos del
Félix Romeo nos hieren y nos sanan como si fueran a la vez veneno y
antídoto. Con su indescriptible melancolía, sus historias de personajes
que buscan la felicidad nos acompañarán siempre.
Todos los besos del mundo, podríamos definirlo como las últimas
voluntades de Félix. Estos relatos son el mejor regalo que podíamos
tener los que quisimos y admiramos al gran Romeo. Como un testamento
literario estos cuentos nos resumen la vida literaria del que es y será
uno de los escritores españoles, enlace generacional de la mejor
literatura de finales del siglo XX y principios del XXI."
En la imagen, una fotografía de Eduardo Boix con el libro Noche de los enamorados, que presentó en La Llotja (Elche), durante un acto homenaje a Félix Romeo.
jueves, 25 de octubre de 2012
"Todos los besos del mundo" en Culturamas
José Ángel Barrueco escribe una crítica de Todos los besos del mundo de Félix Romeo en la revista Culturamas:
Y SU PRESENCIA ARRAIGA ENTRE NOSOTROS.
24 de octubre de 2012
Es habitual que, tras la muerte de un
escritor, se rebusque en sus archivos personales a la caza y captura de
inéditos. A veces ese rastreo se salda con beneficios literarios, es
decir, obras que merecen la pena, obras que necesitamos. En otras
ocasiones el lector sabe que los gestores de los derechos del finado le
han hecho un flaco favor al desenterrar textos que estaban mejor a la
sombra. Éste no es el caso de los cuentos de Félix Romeo (1968 – 2011).
Las historias reunidas no eran inéditas, sino que estaban dispersas en
periódicos, antologías y revistas. Y, aunque lo fuesen, este volumen
pertenecería al del primer ejemplo. Porque merece la pena. Y mucho.
Los editores de Xordica nos han hecho un
regalo publicando estos relatos, unos diecisiete en total. Yo sólo
había leído un par de ellos, y por esta ignorancia me he llevado gratas
sorpresas: se agrupan aquí cuentos admirables que atrapan al lector en
la primera línea. Los arranques de Félix son precisos, captan la
atención y el interés de inmediato, como debe ser. Veamos algunos
ejemplos:
Así empieza “Amor y explosivos
plásticos”: Esta es una historia de amor. Aunque hay una pistola. Le
pondré la pistola a Carmen en la cabeza y le diré que me diga que me
quiere.
Y éste es el comienzo de “Después del
día de los enamorados”: Esta historia dura bastantes años, sucede en
varios países, pero se cuenta en veinticinco minutos, el tiempo de la
comunicación en la cárcel, con mi padre.
O el de “La piscina”: Cuando compramos
la casa, Marisa y yo bromeábamos con la posibilidad de encontrar un
cadáver enterrado en alguna parte.
En Todos los besos del mundo (frase
extraída de los correos electrónicos del autor) hay amores que perduran y
amores que se marchitan, está presente la sombra del padre, hay
pistolas y ajustes de cuentas con el pasado, a veces encontramos el
relato con unas gotas de Raymond Carver (pienso en “Cigarrillos”), otras
veces corroboramos que Félix era una enciclopedia literaria andante
(ahí está “El hombre invisible y el zoo de los Bowles”), o paladeamos
una historia deliciosa que habla de dos amores narrados con la simetría
de quien sabe que cada relación es igual pero distinta (no se pierdan
“Sonia y Natalia”, la semblanza de dos mujeres opuestas).
Incluso las historias más crudas
desprenden cierta ternura. La ternura de Félix Romeo ya se intuía en su
prosa. En cada uno de sus cuentos el narrador parece entrar despacio
dentro de los lectores, como quien se cuela en una habitación en
silencio y de puntillas, pero su presencia arraiga en nosotros: es
precisamente ese andar sigiloso el que ha hecho de su obra lo que es,
una sensible mezcla de memoria y de ficción en la que se dan la mano el
pop y las pasiones literarias.
sábado, 20 de octubre de 2012
"Todos los besos del mundo" en el blog de José Ángel Barrueco
El escritor José Ángel Barrueco selecciona en su blog Escrito en el viento algunos fragmentos de cuentos incluidos en la antología Todos los besos del mundo de Félix Romeo. Para leer estos fragmentos pincha aquí.
domingo, 14 de octubre de 2012
"Todos los besos del mundo" en Zona de Obras
La revista Zona de Obras recomienda Todos los besos del mundo de Félix Romeo en su sección La apuesta del día:
"Por qué es nuestra apuesta del día:
Porque más allá de ser una persona adorable e inolvidable, Félix Romeo era un escritor de altura."
Para continuar leyendo el artículo pulsa aquí.
sábado, 13 de octubre de 2012
"Todos los besos del mundo" en Diagonal
El periódico Diagonal recuerda a Félix Romeo con un par de artículos:
El titulado "Un año sin la carcajada insumisa" lo firma Pau Casanellas. En él el periodista hace un repaso a la biografía y a la producción literaria de Félix Romeo y anuncia: "Y a partir del próximo
15 de octubre tendremos en las
librerías una selección de sus
cuentos, Todos los besos del mundo (Xórdica, 2012)". Puedes leer el artículo completo pinchando aquí.
Su amigo, el director Jonás Trueba, le recuerda en "¿Cómo lo haría Félix Romeo?". En el artículo cuenta: "Va a hacer un año y seguimos
aprendiendo a aceptar la realidad
más cruel: que ya no vamos a disfrutar de un paseo junto a él ni a
escuchar su voz estrepitosa y
dulce, que no vamos a recibir sus
llamadas o sus mensajes de
texto, sus emails, sus abrazos,
sus recomendaciones y sus
consejos. Inventamos conversaciones,
nos preguntamos qué
pensaría de esto o aquello, ¿y de
esto otro?. De la misma forma
que Billy Wilder se preguntaba
todo el rato ¿cómo lo haría
Lubitsch?, nosotros nos preguntamos:
¿cómo lo haría Félix?
Entre todos intentamos ser un
poco él, adoptamos sus puntos
de vista, su risa, su actitud apasionada,
leemos entre varios todo
lo que habría podido leer él
solo, pero aún así es una tarea
demasiado difícil."
Y, más adelante, Jonás Trueba escribe: "Nos dejó cuatro novelas maravillosas
que vamos a ver
reunidas por primera vez en un
solo volumen, este mismo otoño,
pero habrá que seguir rastreándolo
en los miles de artículos
que escribió, esparcidos en cientos
de revistas, periódicos y
libros, en sus conferencias, charlas,
programas televisivos y radiofónicos,
en largas conversaciones
de sobremesa, bares, piscinas
y paseos que sus amigos y
admiradores han ido recogiendo
y tratan de abarcar ahora, en varias
recopilaciones y homenajes
que irán sucediéndose poco a
poco. Sólo por eso, merecerá la
pena vivir en este mundo y contarlo:
porque en él vivió Félix
Romeo Pescador."
Puedes leer el artículo completo pinchando aquí.
En la imagen, Jonás Trueba durante el rodaje de su largometraje, Los ilusos. La fotografía es de Aloma Rodríguez.
viernes, 12 de octubre de 2012
"Todos los besos del mundo": 5 tinteros en Qué leer
Todos los besos del mundo, la selección de los mejores relatos de Félix Romeo publicada por Xordica, recibió por parte de la revista Qué leer la máxima puntuación que otorga en sus críticas: cinco tinteros.
Argumento: Cuando
se va a cumplir un año de su temprana muerte, Xordica reúne los cuentos de
Félix Romeo en un solo volumen, este, titulado Todos los besos del mundo,
igual que sus despedidas por carta. Una bella colección de postales de su
imaginario recurrente donde habitan el amor y sus naufragios, emocionantes
viajes, pistolas que apuntan a la sien, coches viejos y, por encima de todo,
una incansable curiosidad de gato.
Crítica: Para los
que no conocieron a Félix Romeo, este
puede ser un bonito punto de partida para intentar hacerse una idea del ser
humano que fue. Su trayectoria como cuentista –corta pero notable, al igual que
su vida— nos dejó algunas joyas, como algunas de las que aquí se recopilan,
desperdigadas por publicaciones de todo tipo: diarios, suplementos, revistas
literarias y antologías colectivas.
Los editores han hecho un trabajo excelente a la hora de
seleccionar la obra del aragonés, que respira y nos sonríe desde cada página de
este libro en sus distintas reencarnaciones, desde 1993 hasta 2011, año de su
muerte. La calidad de su literatura, a pesar de la distancia temporal que media
entre el primer y el último relato, no decrece en ningún momento. Permite,
además, intuir las peripecias vitales que inspiraron los cuentos de cada época –el
año y medio que pasó encerrado en la cárcel de Torrero por insumisión, entre
1995 y 1996, está muy presente, por ejemplo— y, bordeando la ficción
inevitable, puede vislumbrarse el trasfondo humano de un hombre con un corazón
tan grande como él mismo.
Su despedida en papel nos deja destellos vibrantes del gran
escritor que fue, que es y será siempre, y probablemente habrá de servir para
que muchos lo conozcan y otros muchos lo recuerden. Sus historias, deliciosas,
nos asoman a la esencia de lo que el cuento debe ser. En definitiva, no existe
ninguna razón por la que este libro no deba ser leído, disfrutado y reconocido.
Hugo Izarra
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